" Un Manual de un Pedi-Cola a la generosidad "
El autor Sebastián Junger estaba viajando, a través de Wyoming, pidiendo cola cuando un hombre desaliñado con una caja de almuerzo (lonchera) le preguntó a Junger si tenía comida. "Está claro que él no tenía ninguna", recordó Junger, "y si yo lo admitía, él me pediría más. Unos veinte años después todavía recuerdo mi respuesta: “ Tengo un poco de queso”.
"Usted no va a llegar a California, con sólo un poco de queso’, dijo. Usted morirá de hambre.’ ". Junger empezó a entender. Este hombre le ofreció comida a él. Aunque Junger protestó, el hombre le dio un sándwich, una manzana, y una bolsa de papas fritas. "Aprendí muchas cosas en la universidad, pensé. Pero yo tenía que estar ahí en ese pedazo de carretera interestatal congelada para aprender la verdadera generosidad de un hombre sin hogar."
Podemos aprender grandes cosas sobre el amor en los lugares menos probables. Los que poseen poco nos puede enseñar bastante acerca de la generosidad. Tal vez eso se deba a que los más necesitados saben lo mejor acerca de toda la importancia que son los pequeños actos de generosidad.
Cada uno de nosotros tiene el potencial de amar a los demás también. Así que cuando la generosidad se presenta en lugares poco comunes, no se sorprenda. Dios quiere mostrarle que está listo para darte buenas dádivas cuando usted menos se lo espera.
Oración: “Dios mío, perdóname por las veces que he rechazado la generosidad de otra persona porque venía de una fuente inesperada.”
Que bueno tia! :-)
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